TAKK FOR TUREN

Primero perdón por irme de vacaciones sin terminar los deberes y ¡dejaos sin saber si realmente me derribé! La última entrada que escribí, hace ya más de cinco meses, fue el horario de mis terroríficos exámenes del Bachillerato Internacional. Y aunque el blog se cerró por derribo, realmente no me derribé allí, sino justo al terminarlos. En la graduación, junto con algunos otros de mis compañeros (me gustaría decir todos para quedar mejor pero a estas horas no os voy a mentir…), después de ir oyendo el nombre y nacionalidad de cada uno de mis coaños, bajar a recibir los diplomas y oír el discurso de Augusto (Perú) y Frida (Dinamarca, aunque ¡espero que esto lo sepáis ya!), me pasó algo raro en la cara y empezó a salirme agua de los ojos. Flekke termina. ¡Dos años! Dos años que podrían ser 5 años o sólo dos semanas… Terminaron las clases, leirskule, las actividades, los gatherings o reuniones, la cena de graduación y la verdadera graduación.

Me ha costado tanto despedirme de este blog porque es difícil darse cuenta de que la aventura terminó. Hace dos años cuando me dieron la beca y busqué Flekke en el mapa, pensaba que me quedaba tantísimo tiempo hasta la graduación. Después de más de dos años, he aprendido tantísimas cosas allí. Aprendí a vivir con otras cuatro chicas en el mismo cuarto. Aprendí a volverme una experta en jugar al UNO. Aprendí que aunque se llama “cookie break” no hay galletas sino ¡ knekkebrød! Aprendí que nunca más me raparía el pelo (al menos no sólo parte de él). Aprendí a pasearme con mi bata de cola por todo el colegio. Aprendí a apreciar los sándwiches de queso de “evening snack”. Aprendí a escabullirme de mi casa cuando me tocaba limpiar la sala común. Aprendí a subir Teacher’s Hill una y otra vez con Alberto a casa de Ana y a volvernos sumamente españoles. Aprendí a subir sola. Aprendí a reírme de mí misma. Aprendí a bailar salsa y sentirme completamente en casa en las reuniones latinas. Aprendí a saltar en el fiordo. Muchas veces.

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Aprendí que ir a casa de Chris era la mejor forma de comer comida deliciosa y reírme. Aprendí a sentarme en la biblioteca durante un montón de horas seguidas sin levantarme. Aprendí a bailar Bollywood. Aprendí a pensar en caras nada más oír el nombre de un país. Aprendí que el 17 de Mayo es el día nacional de Noruega. Aprendí a esquiar. Más o menos. Aprendí a terminar las prácticas de laboratorio de física y química. Aprendí a leer el menú para no aparecer por la kantina cuando tocaba lapskaus pero llegar suficientemente pronto a un sala común para poder cocinar espaguetis. Aprendí a no lavar mis pantalones morados con ropa blanca… Aprendí que las auroras boreales son la cosa más especial y misteriosa del mundo. Aprendí que puede nevar en Mayo. Aprendí que la mejor forma de ir a Flekke era en un kayak.1779329_10205220818266480_2240386824066836250_n

Aprendí a beber mucho té. Aprendí a coger un montón de plátanos de la kantina sin que Johnny viniese a regañarme. Aprendí cuáles eran los mejores helados en Haugland. Aprendí a indignarme. Aprendí a ir corriendo a la kantina cuando había salmón. Aprendí a subirme a un escenario y hacer un monólogo de la vagina. Aprendí a disfrutar. Aprendí a apreciar mucho a mis amigos. Aprendí a calcular la dimensión fractal de la costa noruega. Aprendí a debatir (¡a veces incluso sin sulfurarme!). Aprendí a elegir cuál era el mejor día para saltarme el primer bloque. Aprendí a escribir un blog. Aprendí a saberme de memoria todas las canciones del CD de la clase de arte. Aprendí que esta lista puede ser que nunca termine. Y aprendí que, a lo mejor, el día más triste de todo tu bachillerato era el día de la graduación.

Hace ya bastantes años me leí un libro del que mi profesora de francés se reía mucho. Y seguro que cuando diga qué libro tú también te vas a reír. Pero de pequeña siempre me gustaba demasiado Risto Mejide, el “malo” del jurado de Operación Triunfo. Es enserio que era pequeña. Pero en su libro leí una frase de la que nunca me he olvidado. Quizás porque me ha pasado demasiadas veces. Así que aquí va:

Crecer es aprender a despedirse. Ése, como digo, fue mi primer drama, y creo que nos pasa a todos. El día que te das cuenta de que crecer va a significar despedirse de personas, situaciones, emociones, memorias, ilusiones e incluso amigos que se supone iban a ser para toda la vida. El día que ves que crecer significa conocer cada día más gente que ya murió. El día que te das cuenta de que hoy te despides mejor que hace un año. Que ya no te sorprende que la gente desaparezca de tu vida. Es día estás aprendiendo a decir adiós, ese día estás creciendo.

Así que, según Risto, soy la persona más mayor del mundo. Pero bueno, si te despides de algo también toca saludar a algo nuevo. En mi caso despedirme de Noruega no significa volver a casa. Esta vez me voy aún más lejos. Después de un montón de solicitudes, ensayos, entrevistas y de pensar y reflexionar, decidí que me iría a Princeton University, en Estados Unidos. En un principio me costó la elección porque tenía bastante claro que quería quedarme en Europa pero ahora no podría estar más contenta porque Princeton me ha dado una oportunidad que ninguna otra universidad ofrece. ¡Un año sabático en China!imagess

Un año sabático suele referirse a un año de descanso, y este va a ser un año de descanso académico hasta que empiece en septiembre de 2015 a estudiar ingeniería en Princeton. Pero, realmente, este año va a estar ¡muchísimo más lleno que probablemente ninguno de todos mis dieciocho! Esta oportunidad es gracias a un programa que ofrece la universidad y que se llama Bridge Year (literalmente traducido como “año puente”) y consiste en un año en otro país sin ningún tipo de presión académica (excepto aprender el idioma) y haciendo servicio comunitario. Y yo, acordándome de las miles de veces que he oído a mamá hablar de sus aventuras chinas, tuve la suerte de decidir solicitar una plaza y de ser seleccionada junto con otros seis aventureros. Como me habéis hecho tanta compañía durante estos dos años en Flekke, también estoy escribiendo un blog durante mi año en China y éste ya está tomando forma así que os dejo aquí el enlace por si queréis seguir siguiendo mis aventuras:

TERESA EN CHINA

Espero que vosotros lectores también tengáis un buen viaje sea en España, Noruega, China, Estados Unidos o cualquier otro rinconcito del mundo. Bon Voyage, ha en fin tur o, mejor dicho, 一路平安!

Y colorín, colorado, este cuento vikingo se ha acabado.

Flekke chart

1. Romeo y Julieta – William Shakespeare

2. Un mundo feliz – Aldous Huxley

3. La virgen de los sicarios – Fernando Vallejo

4. Cuentos de amor de locura y de muerte – Horacio Quiroga

5. Casa de muñecas – Henrik Ibsen

6. Edipo rey – Sófocles

7. Ancho mar de los Sargazos – Jean Rhys

8. La casa de Bernarda Alba – Federico García Lorca

9. Las venas abiertas de América Latina – Eduardo Galeano

10. El son entero – Nicolás Guillén

11. Doña Perfecta – Benito Pérez Galdós

12. El Túnel – Ernesto Sábato

13. El beso de la mujer araña – Manuel Puig

14. Crónica de una muerte anunciada – Gabriel García Márquez

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Ayer entré a mi dayroom y oí a Nkanyezi (Zimbabue) decir que quedaban sólo 50 días hasta la graduación. Yo seguí como si nada, a por la leche del frigorífico, pero realmente me llegó completamente por sorpresa. ¡50 días! Eso significa mucho menos para que empiecen los exámenes terroríficos del BI y mucho muchísimo menos para que terminen las clases (¡incluida mi clase de física y las bromas de Chris!). Así que poco a poco parece ser que estos dos años están llegando al final, pero, mientras tanto, seguimos llenísimos de actividades así que voy a intentar contar rápidamente las de estas últimas semanas…

Hace dos semana fue la semana de las Américas en las que cada día se dedicaba a una región de Sudamérica, Centroamérica o Norteamérica. En la cantina escuchábamos música de esa región y por la tarde había talleres de baile y charlas sobre distintos temas como la población indígena, los roles de género, la economía, recursos naturales, política, etc. de estas regiones. Yo durante la semana no tuve tiempo de ir a estas actividades pero el sábado sí que fui al bazar ir me pasé por cada uno de las puestos representando a los distintos países. Y me paré un buen rato entre Honduras y Guatemala a tomarme mil tortillas con frijoles… Hicieron como si A building fuese un aeropuerto y todos íbamos con nuestros pasaportes en los que nos podían distintos sellos característicos de los países por los que habíamos pasado. Por la noche tuvimos el show que fue el más largo de la historia de RCN creo yo! Unas tres horas llenas de bailes latinos (y el Candyman y Hiphop de Norteamérica) y canciones tan preciosísimas como las que he subido aquí que cantarón Eduardo (Panamá), Marja (Nicaragua, donde, por cierto, es toda una celebridad!) y Leticia (Brasil) y Antonio (Croacia) a la guitarra con el poncho gordo que le dejó Rudy (Guatemala).

Coincidió que el cuarto y último Global Concerns de mis dos años aquí fue el jueves de esa semana y el tema fue Felicidad así que no podría haber tocado en una semana más alegre… Organizaron el día de una forma mucho más entretenida que ningún otro global concerns, y, en vez de tener unos cuatro talleres de aproximadamente una hora, todo tuvimos muchos talleres de 10 minutos en los que cada organizador hablaba de una cosa que le hacía feliz a él/ella y nosotros la probábamos. Yo tuve el taller de Ria (Finlandia) en el que con vendas en los ojos probamos distintas tartas y tuvimos que adivinar qué ingredientes tenían y explicar qué sensaciones o recuerdos nos traían; el de Johan y Randi (Noruega) en el que nos dividieron en parejas y nos dimos masajes los unos a los otros; el de Dasha (Rusia) y Dona (Bulgaria) donde expusieron sobre la obtención de conocimiento nuevo y «automejora»; el de Elvin (Malawi) sobre el ejercicio físico en el que estuvimos haciendo flexiones; el de Tots (Sudáfrica) donde estuvimos hablando sobre los juguetes de nuestra infancia; el de Mazen (Jordania) donde estuvimos haciendo fotos; el de Athina (Grecia/Sierra Leona) y Amei (China) donde estuvimos comiendo chocolate y bebiendo té; el de Ricardo (México), Vann (Cambodia) y Jianjun (China) donde aprendimos a meditar y el de Lucía (España) y Amatullah (Yemen) sobre cómo sonreír.

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El sábado siguiente celebramos Holi, el festival de los colores y la fiesta del amor que se celebra cada año en India, Nepal y otras partes del sur de Asia. Y esta misma semana también tuvieron los estudiantes de arte de su segundo año su exposición de arte en la que exhibieron las piezas que hicieron durante estos dos años para la asignatura. Esta año eran un montón de estudiantes haciendo arte así que el Høegh estaba llenísimo. Lucía(Uruguay)  tenía el rincón de Pishun (Hong Kong/UK) del año pasado y lo preparó igual de precioso, Nadia (Paraguay) también hizo tenía un rincón muy especial porque su tema era «vaginas» y se centró más en la escultura que en la pintura así que fue muy interesante. Andrés tenía obras muy interesante como un cuadro lleno de páginas del diario de su abuelo en el que marcó los momentos especiales con palabras como «muere», «nací», «atropello»,»movimiento»… Sophia (Canadá) y Frida (Dinamarca) exhibieron los retratos de casi todos los estudiantes del colegio y así un largo etcétera.

La reina de Noruega que visita el colegio cada dos años también vino esta semana y aparte de inaugurar el nuevo edificio que están construyendo en Student Village para los niños de Leirskule, también disfrutó de todo esto porque hicieron un show especial para su visita mezclando actos de distintos shows a lo largo del año. Bueno, por ahora esto es todo pero el fin de semana que viene me voy a Oslo así que, espero, escribiré dentro de poco sobre mi visita!

Mind the gap!

El verano pasado Julia (Suecia) comenzó un proyecto nuevo para The Publishing Cabin sobre viajes. Pedía experiencias, consejos,  atrevimientos, juegos, etc. que hubiésemos vivido en cualquier medio de transporte. Yo acababa de llegar a Madrid después de mi primer año en Flekke así que estaba ansiosa de ruido, bullicio y jaleo. Pero Julia terminó y publicó su proyecto la semana pasada y cuando mi segundo año Alberto desde las Américas me anunció que había salido, volví a leer mi artículo sobre el metro y me recordó un montón a esa vida subterránea de los mandriles, a las pequeñas pero intensas carreras justo antes de llegar a entrar a tiempo a un vagón o la decepción al no conseguirlo, al Sound of Silence mañanero de Diego de León de camino al Ramiro, al calor de los vagones en la Latina los domingos por la mañana y hasta los viajes con asientos propios recién comprados en el Rastro. Bueno casi parece que voy a escribir un artículo nuevo, así que mejor dejo aquí el enlace a la revista y traduzco el artículo que ya escribí en junio.

A to B (AND EVERYTHING IN BETWEEN)

Even though it has already been four years since I started using the undergound as my main mode of transport I can still perfectly recall that very first time I secretly jumped into one of those scary metro trains on my own. It was my first month living in Madrid and I had just moved from the cheerful sunny south of Spain so everything in the capital seemed dangerous, frightening and incredibly intimidating. My mother made good use of my own astonishment to frighten me even more and make sure that I would never dare to go out by myself, let alone take the metro.

A pesar de que ya han pasado cuatro años desde que empecé a usar el metro como mi principal medio de transporte, todavía puedo recordar perfectamente aquella primera vez que, en secreto, salté, muerta de miedo, en uno de los trenes del metro por mi cuenta. Fue durante mi primer mes en Madrid y me acababa de mudar del alegre soleado sur de España así que todo en la capital parecía peligroso, aterrador e increíblemente intimidante. Mi madre hizo buen uso de mi propio asombro para asustarme aún más y asegurarse de que nunca me atrevería a salir sola, y mucho menos a tomar el metro .

However, the curiosity of a 12-year old is too big and I could not resist the charms of the unknown so I decided to use that Friday afternoon wisely to, instead of going out with new friends (like I later told my mother I had done), have my first metro-adventure. I remember being lost and not wanting to go out of the wagon I had finally gotten into. Transfers were too scary so I just travelled all the way until the last station on that line number 4. And back.

Sin embargo, la curiosidad de una niña de 12 años es demasiado grande y no me pude resistir a los encantos de lo desconocido, así que decidí usar ese viernes por la tarde sabiamente para, en vez de salir con nuevos amigos (como más tarde le dije a mi madre que había hecho), tener mi primera metro-aventura. Recuerdo estar perdida y no querer salir del vagón en el que por fin me había metido. Los transbordos me daban demasiado miedo así que viajé todo el camino hasta la última estación de esa línea número 4. Y de vuelta.

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From that moment on, taking the metro became almost one of my favourite hobbies. I now know every station by heart, where each line can take me, where the best conections are, which stations have underground museums or shops… But the fact that I know where I have to stop so that I needn’t walk that much because there is an elevator or mechanic stairs is not why I like taking the metro so much; for me the city life happens as much outside in the streets as it does it the dark underground tunnels. In them I have met the most interesting personalities, listened to the best music concerts, seen the most fantastic shows or heard the most outrageous conversations. By simply sitting (or standing, metros are very crowded places!) next to someone reading a book I have discovered some of my favourite authors, I first heard about Wikileaks and the news about bin Laden’s death in one of my metro trips, the underground also taught me how to recognize pickpockets and overhearing some small talks between friends has given me an increcible amount of food for thought.

A partir de ese momento, tomar el metro se convirtió casi en una de mis aficiones favoritas. Ahora ya me sé todas las estaciones de memoria, dónde cada línea puede llevarme, dónde están las mejores conexiones, qué estaciones tienen museos o tiendas subterráneas… Pero el hecho de que sepa dónde tengo que pararme para no tener que andar mucho, porque haya un ascensor o  escaleras mecánicas, no es por lo que me gusta tomar el metro tanto. Para mí la vida de la ciudad pasa tanto al aire libre en las calles como lo hace los túneles subterráneos oscuros. En ellos he conocido a las personalidades más interesantes, escuchado los mejores conciertos de música, visto los shows más fantásticos o escuchado las conversaciones más indignantes. Simplemente sentándome (o quedándome de pie, ¡los metros son lugares muy visitados!) al lado de alguien que lee un libro, he descubierto algunos de mis autores favoritos. En uno de mis viajes de metro escuché por primera vez acerca de Wikileaks y las noticias sobre la muerte de Bin Laden. El metro también me enseñó a reconocer a los carteristas y oír algunas conversaciones corrientes entre amigos me ha dado una enorme cantidad de cosas sobre las que pensar.

Thanks to this transport, I’ve not only come to know the stress of Madrid’s city life but London’s tube also showed me how mad the English get about time delays and crossing the art nouveau entrances and using the french Métropolitain also gave me a taste of what life in Paris would be like. I know it is scary to go “down there” and it doesn’t necessarily make your travels more pleasant, but it teaches you a lot more about the place you are visiting and its people than taking the colourful turistic bus (and it’s also a lot cheaper!).

Gracias a este medio de transporte, no sólo he llegado a conocer el estrés de la vida en Madrid, The Tube de Londres también me ha enseñado cómo de locos se ponen los ingleses con los retrasos y atravesar las las bocas de metro de Art Nouveau y utilizar el Métropolitain francés también me dio una idea de como sería la vida en París. Sé que da miedo ir «ahí abajo» y no hace tus viajes necesariamente más agradables, pero te enseña mucho más sobre el lugar que estás visitando y su gente que tomar el colorido bus turístico (¡y también es mucho más barato!) .

la misma canción

Hace más de un año ya subí esta canción al blog pero esta vez no se va a quedar aquí simbolizando las tardes con Lucía (Uruguay) en la clase de arte, sino que esta vez ha venido a mí mientras estudiaba química y me ha dado muchas más ganas de aprenderme las reacciones de los distintos antiácidos en el estómago. Estaba escuchando un disco de Jorge Drexler formado por grabaciones de canciones en una serie de conciertos por siete ciudades de Cataluña y Drexler entre canción y canción siempre bromea un poco. Al final de Disneylandia dice:

«Tengo una canción basada en la ley de la conservación de la masa y de la energía. Escrita por Antoine Lavoisier, un químico francés del siglo XXVIII que dijo en su enunciado «En un sistema cerrado, nada se crea, nada se destruye, todo se transforma».»

No tenía ni idea de que de ahí era de dónde salía la idea de la canción pero ¡ahora me gusta aún más! Bueno, de vuelta a química…

enamorá de la vida aunque a veces duela

28 de febrero es el día en el que probablemente más banderas he pintado en mi vida. Cada año, cuando llegábamos al final del mes más corto, Granada se llenaba de alegría y de ese espíritu de orgullo y amor andaluz que tantas veces se esconde o  ridiculiza. En el colegio hablábamos de la comunidad autónoma, de la provincia y de la ciudad. Nunca he sido muy nacionalista y la bandera con sus tres franjas verde blanca y verde es probablemente la única que he pintado tantas veces. Pero a pesar de que el nombre de Blas Infante lo oía cada 28 de febrero ha sido hoy cuando, por primera vez, he decidido mirar el significado del escudo andaluz con Hércules, sus dos columnas y sus dos leones. Aparentemente está basado en el escudo de Cádiz, cosas de la vida, justo era por Paco de Lucía por lo que me he acordado hoy de lo especial de este día.

A veces el tiempo en el colegio pasa volando y una no se da cuenta ni siquiera de lo lejos que está de casa, ni de que hay vida en el mundo exterior. Esta semana especialmente, llena de los exámenes de práctica y estudiando a cada minuto y cada descanso. Pero este miércoles, entre el examen de matemáticas y el de español, justo decidí mirar rápidamente los titulares de los diarios nacionales digitales. No sé por qué me impactó tanto la noticia sobre Paco de Lucía pero fui al examen de español con la cabeza en otro sitio. Realmente los músicos, artistas y otras celebridades son siempre como recuerdos; vivan en tu época o no, les tienes ese amor de fan a quien, desde los más famosos escenarios del mundo, le han cambiado completamente su casa y su anónima vida. Su música y arte, que a fin de cuentas, era por lo que tú los conocías, sigue aquí aunque ellos ya no. Y sin embargo hay ciertas personas, canciones o bailes que poco a poco van formando parte de tu vida.

Cuando tenía unos seis años mi madre me apuntó como una loca a un montón de actividades, TODAS las que ofrecían en el colegio y las que no se ofrecían, pues también, había que buscarlas fuera. Tenía baloncesto, gimnasia rítmica, manualidades, inglés, francés, ballet, flamenco, guitarra… Esto significaba tener que quedarme horas después de las clases para alguna de estas actividades o tener que comer corriendo porque eran en el recreo del mediodía. A mí me encantaba, especialmente guitarra. Cuando tocaba clase de guitarra, ese día me iba desde por la mañana con mi guitarra en la espalda desde casa. Una guitarra que medía más que yo (os prometo que no exagero) y cuyo mástil me sobresalía como dos cabezas extras encima de mi pequeño cabezón. A todos los alumnos les hacía muchísima gracia y sobre todo a mis compañeros de clase de guitarra, todos con bastantes más años que yo. En la primera clase que tuve, el profesor nos introdujo a Paco de Lucía, el punteo inicial tan característico de Entre Dos Aguas fueron las primeras notas que toqué, que oí salir de mi guitarra y que desde entonces se han quedado ahí como banda sonora de una historia plenamente andaluza. Desde luego no aprendí a tocar la canción entera porque tiempo después una de las compañeras de la clase se sentó encima de mi guitarra y rompió el mástil por la mitad (aunque tuvo más o menos arreglo y eso es otra historia…), más bien no pude tocar la canción porque ¡quién empieza con Paco de Lucía! Pero Entre Dos Aguas es una canción que me ha acompañado desde entonces, incluso cuando me fui de Granada y me mudé a Madrid. Cada domingo en el rastro, la canción suena de manos de un guitarrero que no se cansa, igual que todos los visitantes, de oírla domingo tras domingo, año tras año.

Cuando leí la noticia envié un correo a mí madre contándole, como buena hiperbólica andaluza, lo triste que estaba. Pero de Paco de Lucía pasé a Camarón, a Lorca, a Alberti, a Morente… Empecé a pensar que lo que más me gustaría sería ganar algún día un premio como el Príncipe de Asturias, que también ganó Paco de Lucía, para poder hacer un discurso tan lleno de amor como el que Leonard Cohen hizo hace dos años cuando recibió este mismo premio y agradecer como él hizo a la tierra y a la gente que tanto nos ha dado. Por ahora, como todavía sus majestades no me han dado el honor, pues intento agradecer un poco a Paco por ese Entre Dos Aguas y todo lo que después conocí de él.

PALABRAS o el estrellato de Teresa

Me canso y me muero como los dos abuelos de Nicolás Guillén pero es que del oral de español, a la prueba escrita de chino, a las prácticas de laboratorio de química a los mocks exams (exámenes de prueba) o mocos como bien los llama María Teresa, ¡es un no parar! Pero ya era hora de publicar mi propio proyecto con The Publishing Cabin. Así que como el 21 de febrero es el Día Internacional de la Lengua Materna por fin decidí juntar todas las palabras que había ido pidiendo a la gente durante meses y hacer un libro que, creo, ha quedado ¡bastante mejor de lo que esperaba!

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Os traduzo el prólogo porque el libro entero es demasiado, a ver qué os parece…

I have always enjoyed talking. Yet I was never especially good when it comes to vocabulary in Spanish. So I decided to start playing with words; I liked breaking up some and joining others to come up with new words, words without meaning, wonderful words! I liked the contrast of words even if I didn’t know what I was doing most of the time. Soon, as it always happens when you really like something, I started having favourites. I liked long words better than short ones. I liked words that only existed in tiny places in the whole planet, maybe only inside a family! Words only pronounceable with a specific accent; words with lots of Rs in them and words with almost no consonants. I think I actually started learning other languages to discover completely new words.

Siempre me ha gustado hablar. Sin embargo, nunca fui especialmente buena cuando se trata de vocabulario en español. Así que decidí empezar a jugar con las palabras, me gustaba romper algunas y unir otras para inventarme nuevas palabras, palabras sin sentido, ¡palabras maravillosas! Me gustaba el contraste entre palabras, incluso si ni siquiera sabía lo que yo misma estaba haciendo la mayor parte del tiempo. Pronto, como siempre pasa cuando realmente te gusta algo, empecé a tener favoritas. Las palabras largas me gustaban más que las cortas. Me gustaban las palabras que sólo existían en lugares pequeños de todo el planeta, ¡tal vez sólo dentro de una familia! Las palabras sólo pronunciables con un acento específico; palabras con un montón de erres en ellas y palabras con casi ninguna consonante. Creo que fue por eso que empecé a aprender otros idiomas, para descubrir palabras completamente nuevas.

Living in Red Cross Nordic and constantly hearing different languages spoken, made me wonder which were the current and former staff’s and students’ favourite words. Here are some of their answers; I hope you also enjoy discovering these little treasures accumulated by them in many different languages!

El vivir en Red Cross Nordic y oír constantemente diferentes idiomas, me hizo pensar cuáles serían las palabras preferidas de los actuales y antiguos alumnos y personal del colegio. He aquí algunas de sus respuestas, ¡espero que vosotros también disfrutéis al descubrir estos pequeños tesoros acumulados por todos ellos en varios idiomas!

Si os habéis quedado con aunque sea un poco de curiosidad, aquí os dejo el enlace, y desde luego siempre puedo alargar la lista de palabras así que ¡toda sugerencia es bienvenida!

PALABRAS

¡CORRE, FÍSICA!

Estoy a punto a punto de terminar mi última práctica de laboratorio de física y para descansar un poco antes de empezar a revisar astrofísica para la clase de mañana he decidido ponerme a mirar algún video sobre estrellas, cometas, asteroides, cómo se expande el universo o alguno de esos videos tan cortos que así vistos en internet parecen nada, cosas insignificantes, pero que en cuanto le das a «play» te cuentan lo pequeña que TÚ eres y lo mucho que no vas a saber nunca por mucho que abras el libro de física. Sin embargo, entre esta decepción y tristeza de repente me he encontrado un video que, aunque igual de físico, me explica algo que hago día a día y que así puedo entender mejor. ¡Un video que me hubiese servido mucho si lo hubiese visto la semana pasada antes de irme a Oslo!

Espero que aún desde España os sirva, ¡corred con cuidado!

julekalender #7

Hoy por la mañana tuve otra vez SAT. Esta vez no hice los generales sino de asignaturas específicas. Hice el de física, el de química y el de francés. Creo que los dos primeros me fueron un poco mejor, pero es que llevo sin hablar francés un montón de tiempo. Sólo hablo con Miary (Madagascar), pero bueno, ¡en cuanto termine mis seis asignaturas recupero mis idiomas!  Además, mi plan de ver ayer Le Fabuleux Destin d’Amélie Poulain  para practicar mi francés no funcionó especialmente bien porque me quedé dormida en seguida. En fin, que cuando hacemos SAT luego nos quedamos agotados para el resto del sábado y menos mal que este sábado ya tenía otra excusa para no sentirme mal por no hacer demasiado. La excusa era la cena de navidad, que tan en serio se toma la gente aquí. Realmente porque es la única ocasión para vestirse un poco distinto a las botas de lluvia o de montaña, a los abrigos gordos y bufandas; entonces la gente se vuelve loca. Se hacen miles de fotos y ¡se ponen tacones en los más de 60 centímetros de nieve! Creo que no me vais a creer si no lo veis, ahí va!