Art Exhibition / Holi

Cuando mi madre y hermana vinieron a visitarme en Semana Santa, aparte de disfrutar mucho de ellas, volví a disfrutar mucho del colegio y de Noruega. Porque parece mentira, pero ya se me había olvidado lo maravilloso que es el sitio en el que estoy viviendo, ya no me sorprende nada el fiordo, ni las altas montañas que nos rodean, ni disfruto de la misma forma esas largas comidas y sobremesas (palabra que estoy intentando introducir al inglés) en la Kantina, ni voy con la misma frecuencia al ARTroom y al Boathouse para disfrutar de la música y de mi lectura. El tiempo ahora pasa increíblemente rápido, en dos meses de nada le decimos adiós a nuestros segundos años y eso asusta un poco, MUCHO. Me cuesta creer que ya llevo nueve, ¡NUEVE!, meses aquí. Que dentro de nada de vuelta a casa para un verano, que seguro pasará volando, ¡y de repente soy segundo año! Pero la visita de estas dos chicas Almodóvar (y ahora más que nunca) me hizo abrir bien los ojos y ver que vivo en el sitio más maravilloso que jamás pude imaginar, que aunque las relaciones sociales a estas alturas del curso se hacen a veces demasiado intensas, vivo rodeada de personas impresionantes, completamente inspiradoras y sorprendentes. Ya me había olvidado de aprovechar todo lo que me están dando y agradecerlo. Por eso la semana pasada no me apetecía nada montarme en el autobús en el que ahora mismo voy escribiendo esto. Un autobús rumbo Beitostølen, que es un pequeño pueblo parecido a Dale en tamaño pero situado entre montañas más altas un poco más al este del país. El autobús es en realidad la furgoneta blanca del colegio y en ella vamos 11 personillas montadas para participar/ayudar como buenamente podamos en Ridderrennet, una competición internacional de esquí para minusválidos que se celebra cada año en Noruega. Y mientras iba escuchando a Fito cantar “y poco a poco se hace de repente y me tropiezo con los días“ y pensaba, llena de emoción, en que la semana que viene ya conoceremos a nuestros primeros años españoles de repente al mirar desde el ferri ese inmenso fiordo que tenemos que cruzar siempre que nos queremos alejar un poco del colegio, me he vuelto a llenar de todas esas emociones del fin de semana de preselección del año pasado, todos esos nervios, miedo, emoción, euforia y alegría han vuelto de repente a mi pequeño cuerpecito, y me he dado cuenta de que me quedan dos meses como primer año, que estos nueve meses han sido maravillosos y que no puedo olvidarme de dónde estoy. Pero aunque os haya soltado este rollazo, realmente no era de esto de lo que hoy iba a escribir en el blog, sino del sábado tan entretenido que tuvimos ayer.

Todos lo años, más o menos por estas fechas, los segundos años que tienen Artes Visuales como asignatura hacen una exposición de todas las obras que han hecho durante estos dos años o de las que van a mandar al Bachillerato Internacional para su nota final. La «Gran Apertura» de esta exposición ha sido hoy a las 12 del mediodía, pero como muchos nos íbamos a perder la exposición porque estaremos en Ridderrennet una semana entera, al final la abrieron ayer durante una hora (creo que gracias a mi compañera de habitación Aisha, que por cierto tiene uno me los mejores “rincones” de toda la exposición).

892945_10151619903821461_528194413_o

La Creación de Adán – Alonso Vásquez (Perú)

La exposición la prepararon en el Hoegh y lo dividieron en distintos espacios para cada estudiante, así que había un total de trece secciones. A mí las que más me gustaron fueron las de Alonso (Perú), Pishun (Hong Kong/Tailandia/Reino Unido) y Aisha (Noruega). Pero todos tenían exposiciones muy personales y realmente interesantes, me hubiese gustado que todos hubiesen estado ahí para que me pudiesen explicar sus obras pero una no lo puede tener todo. Por si no me creéis en cuanto llegue al colegio os dejaré aquí algunas fotos para que vosotros mismos los veáis.

Después de ver la exposición me fui corriendo al auditórium a practicar el baile de Bollywood que media hora después tendríamos que hacer delante del resto del colegio como parte de la celebración que ayer hicimos en el colegio: HOLI. Holi es un festival hindú que se celebra al llegar la primavera en la India, Nepal, Tíbet, etc. que consiste en tirarse colores unas personas a otras como símbolo de que todos somos iguales sin importar el color de nuestra piel. Es un festival en el que todo el mundo participa, sin importar su casta, género, edad o color de piel. Así que ayer comenzamos la celebración del festival con un show en el auditórium en el que hubo muchos bailes de Bollywood y un pequeño teatro para explicar el origen de Holi. Os dejo aquí el video del baile que preparó Yondeen (Nepal) que es en el que yo participé.

Después del show nos cambiamos para vestirnos enteros de blanco porque en seguida sacaron los cubos llenos de pintura y empezamos a tirárnoslos unos a otros. En apenas unos segundos estábamos todos empapados de arriba abajo y llenos de pintura, realmente fue mucho más divertido de lo que esperaba porque justo por la mañana había vuelto a nevar y todos teníamos un poco de miedo a congelarnos. La verdad es que daba hasta gusto cuando te tiraban cubos de agua mezclada con pintura porque ésta hasta te calentaba. Pero ese sentimiento de gusto cambió rápidamente cuando la gente empezó a llenar los cubos con agua del fiordo, entonces todos nos moríamos de frío y al poco rato nos tuvimos que ir corriendo a nuestros cuartos para entrar en calor. Después de mi EAC de Danza Internacional en Haugland (en le que enseñé esta vez ese mismo baile de Bollywood que hicimos para Holi) y la cena, cogí los esquís y preparé mi maleta para esta semana, ¡esperemos que la disfrute tanto como lo habría hecho durante el primer mes aquí! ¡Muchas gracias RCN, CMU Y UWC! ¡Y mucha suerte finalistas!